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San José.  El Día International de la Niña se conmemora todos los años el día 11 de octubre con el fin de crear conciencia sobre la situación de las niñas y adolescentes en todo el mundo. El año 2012, fue el primer año en que se observó este día, con el fin de señalar los progresos realizados y  reconocer el trabajo pendiente para poner fin a las uniones o al matrimonio de niñas y adolescentes.  En ese momento, la fecha llevó a  reflexionar sobre cómo estas uniones las privan de su infancia, entorpecen o limitan su educación, ponen en peligro su salud y aumentan el riesgo de que sufran violencia y abuso.

Esta vez, en el marco de esta conmemoración, el Consejo Interinstitucional de Atención a la Madre Adolescente (CIAMA), en conjunto con el Proyecto Salud Mesoamérica, y con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), se reunieron esta mañana para abordar el tema de violencia sexual contra niñas y adolescentes. La actividad se realizó en la Auditorio del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y contó con la participación de funcionarios  y funcionarias de diversas instituciones que trabajan a favor de la niñez y de la adolescencia, incluyendo funcionarios de la zona Brunca y Huétar Atlántica donde se lleva a cabo actualmente el Proyecto Salud Mesoamérica de prevención de embarazo en la adolescencia.

 La actividad sirvió para presentar el documento: “Análisis de situación y diseño de intervención para enfrentar  la violencia sexual en niñas menores de 15 años y adolescentes menores de 18 años”.

“Se hizo un diagnóstico de la situaciones de violencia sexual que se da contra las niñas y adolescentes con el fin de elaborar una estrategia  y recomendaciones para la mejora en la calidad del servicio”, explicó Carla Morales, una de las investigadoras y autoras del informe.

“El énfasis de la estrategia es mejorar la coordinación que hay en dos niveles: intra e interinstitucional.  Se propone reforzar el modelo de coordinación donde cada instancia involucrada toma un papel activo en áreas específicas del trabajo” afirmó Vera Aguilar, otra de las investigadores. Por ejemplo, la  coordinación general, en el marco del Proyecto Mesoaméricano, se está reforzando desde el Ministerio de Salud. Así mismo, se espera que las otras instituciones refuercen su papel, por ejemplo: el MEP refuerza el componente de prevención, la CCSS refuerza la detección,  los CENCINAI refuerzan la atención y el PANI la protección. “La idea es que el resto de las instituciones apoyen en cada uno de los ejes”, continuó Aguilar.

“Lo que este informe propone es que en el tema de detección se generen anillos de contención, digiridos a niñas y adolescentes embarazadas y madres. Que la actitud sea de acompañamiento hacia ellas, muchas niñas se quejan que en los servicios de salud son revictimizadas, y por esta razón, muchas de ellas se van y no reciben la atención que deberían recibir”, explicó Rosibel Méndez, Coordinadora del CIAMA.

Otro de los puntos que preocupa en esta situación, es el hecho de que a muchas de estas niñas y adolescentes se les empieza a tratar como adultas.  “Se les dice: ‘Vas a ser mamá, ya sos mujer’, borrando que son niñas y adolescentes, que tienen sus derechos y que deben ser protegidas y acompañadas en todo el proceso”, agregó Aguilar.

El informe completo se puede descargar en www.unfpa.or.cr o en www.pani.go.cr

DERECHOS DE NIÑAS Y ADOLESCENTES EN EL MUNDO

Evelyn Durán, Analista en Salud Reproductiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) expresó que “celebramos las discusiones en el ámbito legal, que mantienen como tema de interés la necesidad de aumentar la edad de consentimiento para matrimonio, de los 15 años, a los 18 años. Y nos complace que esta discusión no se esté desarrollando solo en Costa Rica, sino que la comunidad internacional ha colocado visiblemente los derechos de las niñas y las adolescentes, en el marco de la recién aprobada Agenda 2030, que cierra el ciclo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, para dar paso a los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, expresó.

El Objetivo 5 de los ODS se refiere a lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas, establece como uno de sus indicadores “Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina”.

La nueva agenda reconoce que el aumento en la atención a la salud y el bienestar de las personas adolescentes del mundo, incluida su salud sexual y reproductiva, es una condición necesaria para el desarrollo y la justicia social. Asegurar que las niñas y las adolescentes sean capaces de ejercer sus derechos, que  puedan continuar su educación y tengan las habilidades y las oportunidades para unirse a la fuerza de trabajo, es esencial para su propio bienestar, y un requisito esencial para la salud y la prosperidad de las familias, las comunidades y las naciones. Estos derechos incluyen la elección si desean casarse o no, cuándo y con quién casarse, cuándo tener hijas/os –o decidir no tener-, y vivir libres de violencia, abuso y explotación.

Para más información:

Rosibel Méndez, Coordinadora del CIAMA. saludninez@gmail.com T. 8392-2501.
Fanny Cordero, Prensa PANI. fcordero@pani.go.cr 
Gabriela Rodríguez, Comunicación UNFPA. grodriguez@unfpa.org T. 8706-5171.