Usted está aquí

  • Con apoyo de UNFPA, jóvenes del Centro de Buceo Embajadores y Embajadoras del Mar del Caribe Sur, recibieron talleres para narrar historias de sus ancestras, ancestros y comunidades.
  • El proyecto finalizó con la publicación de un libro con cuentos adaptados a la oralidad, que retrata el trabajo de las juventudes por rescatar los corales, así como el legado histórico y cultural de la zona

 

Cahuita,  Limón. Febrero 2022. “Este proyecto es importante para las personas del Caribe Sur, porque es una oportunidad de saber de dónde venimos para saber a dónde vamos. Y no se puede tener un norte sin saber de dónde venimos”. Con estas palabras, Anderson Rodríguez Brown  de 21 años y vecino de Puerto Viejo de Limón, resumió la experiencia de participar en un taller de narración oral para personas jóvenes, impartido en su comunidad a finales del año pasado.

 


La actividad se realizó en el Casa de la Cultura de Cahuita.  Andrea Orellana, una de las narradoras orales que capacitó a las y los jóvenes, introdujo el evento.​​​

Con apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), esta iniciativa de la escritora e investigadora María Suárez Toro, surgió luego de la publicación del libro Tona Ina, La Misteriosa Luz del Mar en el Caribe, que recoge, en 12 crónicas, historias de jóvenes buceadores en conjunto con relatos no documentados de abuelos y abuelas, de buceadores y pescadores, de personas afrodescendientes, indígenas, arqueólogas e historiadoras que han sido partícipes y constructoras de la historia y la cultura caribeña.

 

“A través del proyecto Centro Comunitario de Buceo Embajadores y Embajadoras del Mar, estos y estas jóvenes no solo han aprendido a bucear sino que han descubierto su historia y las de sus antecesores que viajaban en barcos esclavistas que naufragaron frente a nuestras costas hace más de 300 años, después de perder su rumbo”, explicó Suárez.

 

El pasado 19 de febrero se realizó la presentación del libro La voz de Tona Ina en las Juventudes del Caribe Sur que contiene la adaptación oral de 3 cuentos del libro Tona Ina. El evento se llevó a cabo en la Casa de la Cultura de Cahuita, en donde también se presentaron las narraciones creadas por varios de las y los jóvenes del centro de buceo, quienes recibieron el taller de narración oral en noviembre del 2021 por parte de las narradoras orales Andrea Orellana Mondol, Margarita Mata Quesada y Mirella Espinosa Lama.

 


La actividad contó con un altar que rememoró a los ancestros africanos que desembacaron en Cahuita. Harold Robinson, Director de UNFPA LACRO, motivó a los jóvenes a seguir recuperando sus historias. 

 

En la actividad participaron Harold Robinson, Director Regional de UNFPA para América Latina y el Caribe; Evelyn Durán, Oficial a Cargo de UNFPA Costa Rica; Enrique Joseph Jackson, Comisionado Presidencial para Asuntos de Afrodescendencia y Director de la Casa de la Cultura; la escritora María Suárez Toro; la gestora del proyecto Andrea Orellana Mondol; la narradora oral Margarita Mata Quesada; Marianita Harvey Chavarría, del  Centro de Investigaciones sobre Diversidad Cultural y Estudios Regionales (CIDICER) de la Universidad de Costa Rica -entidad que publicó el libro original- y personas de la comunidad. Las personas jóvenes narradoras fueron las protagonistas principales, y compartieron algunas de sus historias originales.

 


María Suárez junto a niñas y niño que recibieron el taller. 

   

 

“En el taller me sentí inspirada para escribir un cuento. Se trata de una mujer que está buceando con una amiga y ahí ve a un pez león, Tona Ina es quién le da la luz para que pueda capturar al pez y evitar que siga lastimando a otros animales y a los corales”, contó Salim Vásquez Rodríguez, de 15 años, e integrante del Centro de Buceo. “La gente dice que por ser jóvenes no le vamos a dar seriedad a nuestro trabajo,  pero queremos empeñar nuestra vida para cuidar el mar”, agregó.

 

Historias, derechos y reconocimiento afro

 

“Estamos a dos años de que finalice el Decenio de las Personas Afrodescendientes proclamado por Naciones Unidas, y qué mejor forma de acelerar su cumplimiento que apoyando a las personas jóvenes a contar ellas mismas, la historia de las comunidades afrodescendientes, rescatar el conocimiento, tradición y contribuciones que han dado al desarrollo y a la construcción de Costa Rica”, acotó Evelyn Durán, Oficial a Cargo de UNFPA Costa Rica.

 

Andrea Orellana dijo que las personas jóvenes participantes manifestaron deseos de seguir aprendiendo técnicas de narración oral para contar las historias de Tona Ina y las suyas propias, en diferentes espacios comunitarios, como centros educativos. “Quieren utilizar estas historias para luchar contra el racismo y la violencia, y también para atraer turismo y lograr un impacto, que otras personas sigan explorando y cuidando el mar”, afirmó.

 


María Suárez con Embajadores y Embajadoras del Mar, en la playa de Cahuita.

 

“Al contar nuestras historias nos conectamos con lo qué hay dentro de nosotros. Entendimos que nuestra voz tiene impacto. Y justamente eso es lo que hace Tona Ina, impactar. Ya que Tona Ina da voz a las hazañas de nosotros los embajadores y embajadoras del mar, y así mismo, nosotros los jóvenes buceadores le damos voz a Tona Ina al seguir contando las historias”, concluyó Maraya Jiménez Taysigue, una Embajadora del Mar.

 

Información de prensa:

Gabriela Rodríguez Hernández. Tel 8706-5171 grodriguez@unfpa.org