- Derribar aquellas barreras –ya sean leyes discriminatorias, normas o servicios deficientes– que impiden a las adolescentes y las jóvenes tener acceso a información y servicios de salud sexual y reproductiva.
- Llegar a las mujeres más pobres con servicios de atención a la salud materna y el embarazo esenciales y que salven vidas.
- Satisfacer la demanda insatisfecha de planificación familiar, priorizando a las mujeres en el 40 por ciento de los hogares más pobres.