En esta ocasión el Día Mundial de la Población se celebra durante un año de gran trascendencia, cuando se prevé que la población del planeta supere los 7.000 millones de habitantes. Esto constituye una oportunidad para celebrar nuestra humanidad común y nuestra diversidad. También nos recuerda la responsabilidad que compartimos de cuidarnos los unos a los otros y de cuidar nuestro planeta.
El hecho de que la población llegue a 7.000 millones constituye un hito numérico, pero nuestra atención siempre debe centrarse en las personas. Por esa razón me complace que el Fondo de Población de las Naciones Unidas haya dado sentido a esa cifra al poner en marcha su campaña de 7 mil millones de acciones para contribuir a un mundo mejor.
Más que nunca, las personas pueden influir de manera positiva mediante el establecimiento de redes sociales que las unan y el trabajo en pro del cambio. Este año hemos visto muchos ejemplos del inmenso poder de la gente para albergar la esperanza en lugar de sumirse en la desesperación, buscar un trato justo cuando es víctima de discriminación y exigir justicia cuando se impone la tiranía.
Estas personas aspiran a obtener los derechos universales que las Naciones Unidas promueven y defienden con orgullo, trabajando sin descanso para su realización.
Cuando actuamos teniendo en cuenta nuestros valores compartidos, contribuimos a nuestro futuro común. La eliminación de la pobreza y la desigualdad libera un potencial humano enorme. La promoción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio fomenta la prosperidad y la paz. Y la protección de nuestro planeta salvaguarda los recursos naturales que nos sustentan a todos.
Este año vendrá a nuestro mundo complejo y contradictorio el bebé número 7.000 millones. Tenemos suficientes alimentos para todos y, sin embargo, casi 1.000 millones de personas padecen hambre. Contamos con los medios para erradicar muchas enfermedades y, sin embargo, estas se siguen propagando. Tenemos un rico entorno natural y, sin embargo, este sigue siendo objeto de agresión y explotación cada día. Todas las personas concienzudas sueñan con la paz y, sin embargo, gran parte del mundo está en conflicto y saturado de armamentos.
Para vencer los retos de esta magnitud se necesitará lo mejor de cada uno de nosotros. Aprovechemos este Día Mundial de la Población para adoptar medidas decisivas encaminadas a forjar un futuro mejor para el habitante número 7.000 millones de nuestro mundo y para las generaciones venideras.