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Discurso de Marcela Suazo, Directora Regional para América Latina y el Caribe, Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA

Discurso de Marcela Suazo, Directora Regional para América Latina y el Caribe, Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA

Noticia

Discurso de Marcela Suazo, Directora Regional para América Latina y el Caribe, Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA

calendar_today 09 Mayo 2012

En el marco de la inauguración de la Tercera Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento en América Latina y el Caribe, Costa Rica 2012



Marcela Suazo,
Directora Regional para América Latina y el Caribe
Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA
8-11 de mayo, San José, Costa Rica

 

Saludos Protocolares

  • Excelentísima Señora Presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla

  • Excelentísimo Señor Canciller, Enrique Castillo

  • Distinguido Señor Presidente de la Junta Rectora del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor, Fernando Morales

  • Señor Director subregional de la CEPAL, Hugo Beteta

  • Señor Director del CELADE-División de Población de la CEPAL, Dirk Jaspers

Palabras

El envejecimiento de la población es hoy una evidencia a nivel mundial que tiene también su reflejo en América Latina y el Caribe, en la que ya en la actualidad en torno a 60 millones de personas tienen 60 o más años, lo que representa cerca de un 10% de la población, con una clara tendencia a aumentar situándose las previsiones alrededor del 20% de la población total antes de 2040. Esta tendencia se da igualmente en cuanto a la prolongación de la vida hacía edades más altas, de manera que se calcula que más de 9 millones de personas superan hoy los 80 años y unos 5 millones los 85 años.

El envejecimiento de la población y el crecimiento del número de personas mayores tienen y tendrán aún más en el futuro un importante efecto sobre nuestras sociedades, en todos los órdenes, económico, social, familiar y político. En ese contexto la situación de las personas mayores y la garantía de unas condiciones de vida dignas para este importante colectivo, se configura como una necesidad, tanto más apremiante cuanto mayor es el índice de envejecimiento y cuanto más rápidamente se modifica la estructura de las poblaciones. Esta garantía de vida digna supone, por tanto, un importante reto que nuestras sociedades tienen necesariamente que afrontar y que, sin duda, tendrá también gran influencia en su propia conformación, ya que de cómo seamos capaces de afrontar este reto dependerán cuestiones tan esenciales como los niveles de cohesión social, la capacidad de generación de crecimiento y desarrollo o la solidaridad intergeneracional.

América Latina vive en estos tiempos dos fenómenos paralelos y aparentemente contradictorios, como resultado de un aumento de la esperanza de vida y del descenso significativo de la tasa de fecundidad en los últimos sesenta años.

La incidencia de la población adulta mayor sobre el total de la población en la región ha aumentado. Los adultos mayores de 60 años hoy representan uno de cada diez habitantes, y llegaran a 1 de cada cuatro en 2050.

Sin embargo es importante destacar que en este momento en América Latina y el Caribe también habitan alrededor de 106 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años, casi una de cada 5 personas está en este grupo de edad, lo que representa la mayor generación de jóvenes de nuestra historia. Es preciso mencionar en esta Conferencia que los jóvenes de hoy serán las personas mayores de mañana. Si las jóvenes enfrentan un embarazo a edades tempranas, si quedan fuera del sistema educativo, si no tienen trabajo digno, si son afectadas por la violencia, dilapidamos un enorme capital humano que afectará a las sociedades en su conjunto hoy e hipotecará la situación de los adultos del mañana. Si no se invierte en juventud hoy, la situación de las personas mayores después de 2035 cuando este grupo etareo sea mayoría será muy complicada.

Estas tendencias demográficas generan desafíos, pero también oportunidades para los gobiernos de la región. El aumento de las personas mayores de 60 años y el elevado numero de jóvenes en edad reproductiva y de trabajar, nos plantean varios retos económicos y sociales, que conllevan la necesidad del diseño y desarrollo de políticas públicas y estrategias sectoriales adecuadas para responder a la nueva realidad demográfica que se nos presenta.

Los gobiernos de la región tienen el desafío urgente de poner en marcha reformas graduales y eficientes tanto de los sistemas de salud y educación, así como de las políticas de empleo y del sistema de seguridad social y pensiones no contributivas. América Latina y El Caribe aún no terminó de resolver problemas de salud materna e infantil y enfermedades infecciosas, que ya el proceso de envejecimiento está generando fuertes demandas para la atención en salud de enfermedades crónicas y sistema de cuidados de personas. El proceso de transición demográfica que desemboca en el envejecimiento poblacional llevo en Europa casi dos siglos y en LAC menos de 40 años. En LAC el fenómeno ocurre a una velocidad nunca experimentada antes en la humanidad y significará para nuestros gobiernos la coexistencia de fuertes demandas sociales en los distintos extremos de la vida.

 

 

Entre los retos que presenta el fenómeno del envejecimiento merece destacarse el envejecimiento diferencial femenino. Por temas biológicos las mujeres viven en promedio entre 5 a 7 años más que los hombres. Por motivos culturales generalmente sus parejas son de edades mayores, por lo que para las mujeres la expectativa de quedar solas en la vejez es mucho mayor. Sumada a su participación informal en el mercado de trabajo y su mayor propensión a la discapacidad hace que las mujeres mayores sean un grupo vulnerable al que hay que tener en cuenta en el ámbito de la política social y de los derechos. Asimismo las mujeres jóvenes generalmente son las responsables del tema de cuidado de las personas mayores y de la familia, lo que conspira contra su inserción y continuidad en el mercado laboral, generando un círculo vicioso de participación informal económica, mayor longevidad y menor acceso a renta.

La CIPD generó un cambio de paradigma que pone un mayor énfasis en los derechos de las personas. Es en este contexto que se enmarcan la Cumbre de Madrid y las reuniones regionales de Santiago y Brasilia sobre envejecimiento. En ese sentido desde el Fondo de Población de las Naciones Unidas estamos abogando por apoyar a los países a hacer efectivos los derechos de las personas mayores.

Como parte de las actividades realizadas en esta área, el Fondo de Población conformó una alianza con la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB), la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), que dio como resultado elPrograma Iberoamericano de Adultos Mayores. Este Programa tiene el objetivo de dar a conocer la situación de las personas mayores en la región, analizar las políticas desarrolladas en los diferentes escenarios nacionales y extraer conclusiones de las mismas, especialmente en lo que se refiere a las buenas prácticas. Asimismo, apunta a concienciar a la sociedad en general sobre las características, circunstancias y problemáticas de este colectivo y a fomentar el desarrollo de acciones para ampliar su protección. En el marco de este Programa hasta ahora se realizaron reuniones en Montevideo, La Habana y Buenos Aires.

El Seminario Regional “Envejecimiento, Políticas Públicas y Desarrollo en América Latina. Retos presentes, necesidades futuras”, desarrollado en La Habana en 2010, proporcionó un espacio de discusión y análisis de los enfoques, experiencias prácticas y modalidades de la integración de políticas sociales y de protección de las personas mayores, con énfasis en los procesos de sustentabilidad financiera y presupuestaria.

Desde 2008 el UNFPA viene trabajando junto a CEPAL por un avance en una declaración de los derechos de los adultos mayores. Es en este marco que este año estamos apoyando la realización de esta Tercera Conferencia Regional Intergubernamental, con la finalidad de acordar una estrategia regional para poner en práctica el Plan de Acción de Madrid. Dentro del plan de trabajo de UNFPA-CEPAL también se incluye la actualización del Sistema de Indicadores Sociales de Envejecimiento (SISE), sistema que reúne indicadores sobre las condiciones de vida de los adultos mayores extraídas de los censos de población de los países de la región, y el Boletín de CEPAL sobre Envejecimiento.

Finalmente, desde la Oficina Regional del UNFPA estamos apoyando las actividades de la Asociación Latinoamericana de Población (ALAP). Este año se celebra el V Congreso Latinoamericano de Población en Montevideo, Uruguay “Las transiciones en América Latina y el Caribe. Cambios demográficos y desafíos sociales presentes y futuros”, un foro de discusión para actores académicos y políticos sobre temas tales como Población y Envejecimiento; Envejecimiento y Salud; Situación social y calidad de vida de los adultos mayores; Envejecimiento y seguridad social entre otros temas que hacen al estudio de la población y su dinámica en la región.

Como pueden apreciar, el UNFPA está presente y lo seguirá siendo en la temática de envejecimiento, apoyando actividades regionales y nacionales para que el tema de envejecimiento sea central en ambas agendas, nacional y regional. Nuestro continente ha experimentado una década de crecimiento económico sin que eso se haya traducido en la eliminación de las desigualdades ni en la solución de la enorme deuda social que tenemos.

Quisiera cerrar haciendo un llamado para que esta reunión permita llegar a acuerdos intergubernamentales para lograr una sociedad más inclusiva en donde el acceso a los derechos esenciales de las personas mayores sea posible. Desde UNFPA confiamos en que estos esfuerzos constituyan un aporte en pos de concientizar a los tomadores de decisión de la importancia de tomar en cuenta los vertiginosos cambios demográficos para que “el acceso a derechos no tenga como limitante la edad” y para que nuestra Sociedad sea una “sociedad para todas las edades”.

Muchas Gracias!