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  • Poder decidir el número de hijos, cuándo y con qué frecuencia tenerlos no solo determina las tendencias demográficas sino que puede impulsar el desarrollo económico y social de los países, destaca el nuevo informe del UNFPA
  • Costa Rica se ubica en el grupo de países que han tenido descensos constantes en las tasas de fecundidad desde los años 60. En el 2016 la tasa de fecundidad era de 1,8 hijos por mujer y en el 2017 pasó a 1,7 hijos

Ver sección completa del informe SWOP 2018

NACIONES UNIDAS, Nueva York / San José, 17 de octubre de 2018. La tendencia mundial hacia la creación de familias más pequeñas refleja que las personas toman decisiones sobre su vida reproductiva y eligen el número de hijos que desean tener y en qué momento. La falta de opciones en este sentido repercute a largo plazo en las tasas de fecundidad, que tienden a ser más altas o más bajas de lo que la mayoría de población realmente quisiera, según refleja el Estado de la Población Mundial 2018, publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la agencia de las Naciones Unidas dedicada a la salud sexual y reproductiva.

El tamaño de los hogares está estrechamente vinculado con los derechos reproductivos, lo que, a su vez, se relaciona con muchos otros derechos, como el derecho a la salud, a la educación y al empleo. Cuando las personas pueden ejercer sus derechos, tienden a prosperar. Cuando estos se vulneran, las personas no logran alcanzar su pleno desarrollo y, en consecuencia, el desarrollo socioeconómico se ve amenazado, según señala el nuevo informe El poder de decidir: derechos reproductivos y transición demográfica.

“La posibilidad de decidir puede cambiar el mundo” —explica la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. “Puede mejorar rápidamente el bienestar de las mujeres y las niñas, transformar familias y sociedades y acelerar el desarrollo mundial”. Por ejemplo, cuando una mujer tiene la posibilidad de evitar o retrasar el embarazo, y dispone de los medios para hacerlo, ejerce un mayor control sobre su salud y puede incorporarse o permanecer en la fuerza de trabajo remunerada y alcanzar su pleno potencial económico.

El informe concluye que ningún país puede afirmar que todos sus ciudadanos disfrutan de sus derechos reproductivos en todo momento. La mayoría de las parejas no pueden tener el número de hijos que anhelan porque carecen del apoyo económico y social necesario para mantener el tamaño de familia que desean o porque carecen de los medios necesarios para planificar los embarazos. La necesidad insatisfecha de anticonceptivos modernos impide que cientos de millones de mujeres puedan elegir formar familias más pequeñas.

La transición mundial de altas a bajas tasas de fecundidad

A partir de la celebración de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo en 1994, en muchas regiones del mundo se ha avanzado de forma considerable en materia de salud reproductiva y derechos reproductivos. La población conoce mejor tanto sus derechos como opciones y tiene más capacidad para hacerlos valer.

«La transición histórica hacia tasas de fecundidad más bajas ha sido motivada por la voluntad de las personas de ejercer su derecho a decidir sobre su vida reproductiva y a elegir el número de hijos que quieren tener y en qué momento», señala el informe.

Hasta hace poco tiempo, la mayoría de las familias eran numerosas, con un promedio de 5 niños. Antes existía una sola tasa de fecundidad, ahora hay múltiples tasas, con grandes diferencias entre ellas, afirma el informe.

La situación en Costa Rica

Costa Rica se ubica en el grupo de países cuya tasa de fecundidad ha tenido descensos constantes desde la década de los 60. Consecuentemente, la población envejece a un ritmo acelerado. Mientras que en 1988 la cantidad de personas mayores de 65 años era de un 4,7%, en el 2018 es de 8,1% y en el 2048 se proyecta que será de 19,7%, según datos del INEC.

La demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos para mujeres entre los 15 y 49 años es de 17.5 % y sube a 18,5% en personas adolescentes, según la Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva (ENSSR) del 2015. El 50% de las mujeres y el 32% de los hombres no deseaban el último embarazo, según datos de esa misma Encuesta.

“Los países deben priorizar el acceso a servicios de salud reproductiva de calidad, incluidos los anticonceptivos modernos, garantizar el acceso a la educación integral para la afectividad y sexualidad y una nueva cultura de igualdad y equidad de género. También es vital contar con programas que concilien la vida laboral con la familiar para fomentar la corresponsabilidad de las parejas, del Estado y de la sociedad en el cuidado de los hijos e hijas. Todas estas acciones para lograr que la libertad y el derecho de decidir se conviertan en realidad”, afirmó Paula Antezana, Representante Auxiliar de UNFPA Costa Rica.

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UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas, es la agencia de las Naciones Unidas dedicada a la salud y los derechos reproductivos. UNFPA contribuye a un mundo en el que todos los embarazos sean deseados, todos los partos sean seguros y cada persona joven alcance su pleno desarrollo.

Información de prensa:

Gabriela Rodríguez Hernández
Consultora en Comunicación
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Evelyn Durán Porras
Asesora en Salud Reproductiva
Tel. 2296-1265
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