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Hablemos claro

HABLEMOS CLARO: LAS RELACIONES IMPROPIAS SON VIOLENCIA

Las relaciones impropias son relaciones desiguales y de poder entre una persona adulta y una persona adolescente. Se presentan como románticas o “consensuadas”, pero esconden violencia y relaciones abusivas de poder, situaciones de dependencia económica y silencios forzados.

En Costa Rica, las relaciones impropias entre personas adultas y adolescentes siguen siendo vistas como “normales” o incluso aceptables en muchas comunidades, incluyendo las afrodescendientes, pese a estar penado por la ley 9406 en vigencia desde 2017. 

Las principales afectadas son las adolescentes, quienes enfrentan estereotipos que las colocan en una posición de menores oportunidades y mayor dependencia frente a hombres adultos. En el caso de las adolescentes afrodescendientes, principalmente estas situaciones se agudizan producto del racismo, la hipersexualización y los roles de género. Pero no son las únicas: también existen adolescentes hombres que viven relaciones impropias, muchas veces silenciadas o minimizadas por prejuicios sociales sobre lo que “debería” ser su comportamiento.

Por eso, UNFPA lanza en Costa Rica la campaña “Hablemos Claro”, como parte de una estrategia regional que busca transformar normas sociales de género y prevenir el embarazo en la adolescencia. Esta iniciativa invita a ver lo que durante años se ha ignorado: las relaciones impropias son violencia, no son amor, son vínculos que vulneran derechos y ponen en riesgo la salud, el bienestar y la autonomía de las y los adolescentes.

La campaña se enmarca en el  proyecto regional “No Dejar a Nadie Atrás: Reducción del Embarazo en la Adolescencia Afrodescendiente”, financiado por los gobiernos de Luxemburgo e Irlanda.

Más información sobre relaciones impropias en: https://costarica.unfpa.org/es/relaciones-impropias

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RECONOCER, ACOMPAÑAR Y PROTEGER

Hablemos Claro acompaña a familias, comunidades y espacios educativos en la identificación, prevención y denuncia de las relaciones impropias entre personas adultas y adolescentes. Nombrarlas con claridad es el primer paso para transformar lo normalizado y promover vínculos sanos, basados en el respeto y el cuidado.

Esta campaña se enfoca especialmente en las comunidades afrodescendientes, donde las adolescentes enfrentan múltiples formas de exclusión y racismo estructural, pero también reconoce que ninguna persona adolescente debería vivir una relación cargada de violencia.

Actuemos contra las relaciones impropias. Hablemos claro, escuchemos más y cuidemos mejor.